19-abril-2019
Rarámuris realizaron la ceremonia ritual de los pintos que simboliza “la lucha entre el bien y el mal” danzando al ritmo de los tambores es como buscan el equilibrio.
La piel de los danzantes está cubierta de puntos blancos y representa la ceniza que nos recuerda que “polvo somos y en polvo nos convertiremos” una dualidad del cristianismo y la filosofía Tarahumara milenaria.
Sin dialogar se mueven las siluetas a contraluz al atardecer, mientras soportan en el piso un bastón labrado a mano y giran a su alrededor, para volver a bailar en fila y luego en círculos, al sonido hipnótico de tambores que los lleva a un trance.
Ataviados de su atuendo tradicional hacen trasportarse a tiempos ancestrales, ya que solo portan sus huaraches, taparrabo y su kowera.
La lucha es entre fariseos y soldados, ambos se confrontan por el monigote. El sábado de gloria destruyen a lo que le llaman Judas pero representa al Chabochi (blanco), después de apedrearlo lo queman y es así como logran el equilibrio del universo.